El ajo termina con el sufrimiento del rabioso prurito


En mi decidida disposición a enfrentarme desde hace tiempo a toda nueva dolencia, aunque parezca disparatado, mi subconsciente agradecido reclamó, una vez más, el auxilio del ardor del ajo frente al del Prurito.

Yo los creía incompatibles, por ser del mismo signo. Inesperado e inconcebible milagro: el fuego apagaba al fuego.

El ajo, siempre dispuesto, atajaba una nueva enfermedad.

El mal se inicia en el tercio bajo de las pantorrillas y en la caña del pié a consecuencia de una antigua insuficiencia circulatoria venosa y su consecuente alteración linfática, ya convertida en pseudoeczema, por la antigüedad de la lesión, cuyo origen se remonta a más de 35 años atrás.

En principio y durante bastante tiempo apliqué a la parte afectada duchas de agua fría y una gran variedad de cremas hidratantes para la piel. En vacaciones practiqué el enterrar las piernas, hasta por encima de las rodillas bajo la arena húmeda a la orilla del mar con resultados agradables, lástima no haberlo podido hacer más a menudo.

Como secuela de todo el proceso narrado, recientemente, han surgido, en zonas variables del cuerpo, sarpullidos con las características propias del Prurito: un picor ardiente nervioso.

No se conformaron los picores con martirizar a las piernas afectadas por la insuficiencia, sino que extendieron por diversas partes del cuerpo, pecho, brazos y espalda.

En todas las partes donde aparecieron los picores de prurito, acudimos con el ajo, y por su jugo tocados, cesaron los picores y desaparecieron las irritaciones.

Cómo prevenir el ictus cerebral

Mis padres fallecieron a los 61 años, de ictus cerebral él, y de angina de pecho ella. A mí, a los 45 años se me diagnosticó tensión esencial. Hoy en día tengo 95 años, sigue sin presentarse el temido ictus, no obstante la influencia de los genes y la tensión esencial.

Hace años que me he dedico a buscar soluciones, intuir y practicar asiduamente las acciones que he estimado lógicas para prevenir mi salud y que quiero compartir con ustedes.

Serie de ejercicios de automasaje para prevenir el ictus cerebral:

El automasaje para prevenir el ictus cerebral consiste en una serie de 5 ejercicios. Se recomienda practicar como gimnasia diaria matinal, en la cama antes de dormir de vez en cuando, y esporádicamente en los insomnios, para los que lo padezcan. Conviene practicar el masaje con cierta asiduidad, especialmente después de tomar el sol en la cabeza en exceso.

Ejercicio 1:

Aplicando las yemas de los 8 dedos largos, en movimiento alternativo de cada mano, primero la derecha, después la izquierda, hacer deslizar los dedos presionando firmemente desde el entrecejo hasta sobrepasar la nuca, siguiendo la linea central de la cabeza.

En esta linea divisoria de los dos hemisferios cerebrales existen muchísimos puntos de acupuntura y conductos trascendentes del riego cerebral.

Se debe repetir este movimiento entre 9 y 12 veces.

Ejercicio 2:

Colocar las yemas de los dedos largos sobre las cejas y los pulgares en el nacimiento de las orejas. Manteniendo los dedos firmes, presionar sobre frente, pelos-cuero cabelludo, siguiendo hasta el final del cuello siguiendo el recorrido descrito en la figura. Los pulgares dibujan un círculo alrededor de las orejas, siguiendo el movimiento de las manos hasta unirse con el resto de los dedos en el cuello.

Se repite este movimiento de 4 a 6 veces

Ejercicio 3:

Ponemos en los laterales del cuello todos los dedos incluidos los pulgares. En movimiento hacia el centro del cuello, presionar simultáneamente, firme e intermitentemento sobre el fondo de la cresta cervical.

Favorece el sueño, la estabilidad, estimula el riego sanguíneo del cuello y cabeza e intensifica la movilización molecular iniciada con los ejercicios anteriores.

Ejercicio 4:

Arquear los diez dedos al mismo tiempo, rígidos, separados y ligeramente encorvados. Con las yemas de los dedos (no las uñas) golpear enérgica y repetidamente sobre el cráneo, desde el borde superior de las cejas hasta la nuca. Primero centralmente, mientras los pulgares golpean alrededor de las orejas y, seguido, lateralmente sobre los parietales.

El recorrido del golpeteo es desde adelante hacia la nuca en ambos casos.

Ejercicio 5:

Para terminar, tamborilear más ligeramente la frente y el resto de la superficie del cráneo en todas direcciones con la yema de los dedos de ambas manos en direcciones más libres y más ligeramente.

Ambos masajes fluidifican y activan la circulación sanguíena, dan vigor a la función capilar, mejoran ostensiblemente la memoria - yo mismo lo he apreciado -, las facultades mentales y previenen los accidentes vasculares del cerebro.

Para terminar algunas consideraciones y consejos:

"Las prácticas de los masajes que antes se exponen, fundamentan sus efectos y acción, al considerar que el automasaje provoca la movilización de la circulación sanguínea, creando una verdadera gimnasia de arterias, venas, y capilares de la corteza cerebral, a los que excitan y movilizan, consiguiendo con ello, su flexibilidad y limpieza, premisas fundamentales para mantener el sistema vascular libre de accidentes. Además transmite su salud y eficacia a los órganos que riega y coadyuvan en su acción de absorción, la dura tarea que soporta el corazón.

A cuanto se expone, se suma como indispensable, el consumo cotidiano de dieta baja en sodio, rica en proteínas vegetales, ensaladas de variada composición con predominio del verde y al mínimo las grasas animales.

La gimnasia, el automasaje, el optimismo y la adecuada alimentación, son claros caminos de salud, verdaderas medicinas."

Cáceres, 16 de diciembre de 2010.
Fernando Leal Osuna

Odontólogo y digitopuntura: Quitar el miedo al dentista

El miedo al dentista hace que demoremos contínuamente la fecha para acudir a las clínicas dentales para corregir los males de boca, con grave perjuicio de la evolución de la enfermedad.

Hoy no hay razón para ello, ya que las molestioas, si se pueden llamar así, son escasas. No son como entonces, cuando a los 12 años me practicaron una endodoncia de artesanía, que por cierto, la obra ha sido admirada por los clínicos actuales, y sirve de firme y sólido soporte a mi dentadura de hoy, transcurridos 77 años. Se pueden imaginar mi talante previo a las múltiples siguientes visitas al odontólogo. Desde hace tiempo, no se anota entre mis preocupaciones, las frecuentes visitas al dentista para poner orden en la boca.

Para transmitiros esta tranquilidad que he conseguido ante la visita al dentista, van estas líneas:

Mi afición a la acupuntura me insinuó, y la digitopuntura me facilitó su práctica, que comparte también mi esposa. Así de fácil se evitan dolores y molestias:

- Del meridiano del pulmón usamos el punto primero de la mano derecha, y por simetría, también el de la izquiera, situado en los dedos pulgares de ellas, precisamente en el ángulo interno de las bases de las uñas de dichos dedos. En el dibujo queda más claro a qué punto me refiero:
- Presionaremos estos puntos sobre la carne inmediatamente con las yemas y esquina de la uña de los dedos índices de la misma mano. Dedo índice derecho presiona el pulgar derecho. Lo mismo para la mano izquierda.

- En esta posición y sin haceros daños, mantener la presión sobre dichos puntos durante el tiempo en que opera el dentista. Lo mismo cuando os pongan la anestesia.


Estad seguros del éxito, optimistas, que el optimismo garantiza los resultados.

Poseemos facultades voluntarias anestésicas (endomorfinas) para socorrer nuestras dolencias. Pensar en ellas y aplicarlas intencionalmente en ese momento en que presionáis los puntos señalados.




Con el ajo se evita la amigdalitis o anginas

La enfermedad se anuncia con muy ligeras sensibilidades en diversos puntos irregularmente repartidos sobre ambas amígdalas, es el momento justo y único de actuar, con el que se consigue abortar la formalización de la enfermedad.


Procedimiento para terminar con el principio de amigdalitis:

- Dispondremos de un diente de ajo fresco y jugoso que transformaremos en papilla, mediante mortero o "destripa-ajos".

- Se deposita en un recipiente apropiado (vasito, tacita, bol pequeño...) y le añadimos 3 o 4 gotas de limón, mezclándolo todo hasta homogeneizar la masa.

- Con un bastoncillo de algodón bien saturado de la masa elaborada, se dan toques suaves en los puntos sensibles de las amígdalas para impregnarlos con la mezcla. Se repiten los toques 2 o 3 veces.

- Pasadas 12 horas, se repite la operación con otro ajo nuevo.

- Como alternativa, se puede aplicar directamente el ajo por la parte reAñadir vídeocién cortada, tocando los puntos sensibles de las amígdalas. Habrá que pincharlo en un pequeño tenedor, o cualquier objeto que nos facilite este proceso.

Una vez seguido este procedimiento, la debilitante, virulenta y desagradable amigdalitis no prosperará. Habrá sido vencida. No obstante, conviene repetir para asegurar el resultado si se advierte el más pequeño síntoma.

Como fin del procedimiento, Fernando Leal Osuna dice así:

"Así ha sucedido cuantas veces saltaron las alertas en mi gargante, de la misma manera que por primera vez a mi instinto se le ocurrió defender así mi salud, como ya lo venía haciendo en numerosas ocasiones y buenos resultados en otras anteriores interesantes aplicaciones del ajo. El riesgo, disminuido por la experiencia, lo correrá por su cuenta el que lo imite.

No puedo ofrecer otros testimonios. Única comprobación cercana: un familiar de frecuente viajar, que padece anginas frecuentes, siempre lleva en sus maletas una cabeza de ajos.

En mi infancia y juventud, se padecía mucho de anginas, así denominada popularmente la amigdalitis. Hoy ha remitido tal padecimiento.

Cáceres, 18 de Enero de 2011"


Mi visión sobre la medicina

Entiendo que MEDICINA, es todo aquello que cura, alivia o previene nuestras enfermedades y dolencias con un mínimo ponderado de efectos secundarios y contraindicaciones. Es probado y aprobado por quien técnicamente tiene facultad por delegación de la comunidad y refrendado por la generalización de los resultados positivos en su aplicación.

Bajo esta premisa pretendo compartir con los “amigos internautas” las experiencias y resultados que he obtenido a lo largo de mi investigación sobre el bienestar y la salud.

Adiós definitivo al ronquido. Presentación


El RONQUIDO, enfermedad que puede ser eliminada del planeta Tierra fácilmente, por la sola voluntad del hombre.
La popularización de la cultura, la variedad y multiplicación de los medios curativos, la posesión de la inteligencia que nos fue dada con los instintos (éstos en decadencia por desuso), nos obligan a intervenir y cooperar en la curación de nuestras enfermedades y a elegir el medio curativo más adecuado.

Las anteriores premisas fueron normas prácticas cumplidas desde la madurez para quien hoy, con 93 años cumplidos, a vosotros se dirige en solicitud de vuestra valiosa colaboración, “amigos de internet”, sector social de la nueva comunidad mundial, conjunto multitudinario, importante, decisivo y esculpidor del futuro que está ahí, nada menos, para que entre todos erradiquemos de la faz de la Tierra la a veces muy grave “enfermedad de roncar”. Siempre perjudicial para la salud e insidiosa y perturbadora socialmente, porque no solo la sufre el que ronca, sino el que está obligado a escucharle.

Adiós definitivo al ronquido con la sola medicina de la voluntad y constancia del hombre, ¡Sin pastillas ni gastos! ¿Estará esta vez a la altura de lo que se solicita?

El ronquido ¿por qué se produce?

Roncar puede parecer un problema para los que soportan al roncador, pero puede transformarse y llegar a ser un serio problema de salud al provocar que dejemos de respirar repetidamente durante unos largos segundos mientras dormimos, lo que se conoce como Apnea Obstructiva del Sueño.

Entonces se convierte en un factor de riesgo para desarrollar otras alteraciones como hipertensión arterial, enfermedades vasculares cerebrales periféricas, infarto, impotencia, y problemas emocionales.

Perturba los patrones del sueño y no nos permite descansar debidamente, nos sentimos cansados y con sueño durante todo el día.

Los roncadores saben de sobra que es un problema social que puede minar incluso nuestra autoestima.

PERO…¡PUEDES TERMINAR CON EL RONQUIDO PARA SIEMPRE: ESTÁ EN TUS MANOS!

Cuando estamos despiertos nuestros músculos de los vías respiratorias se encuentran contraídos, permitiendo que estén abiertas estas vías para el paso del aire dentro del organismo. Pero durante el sueño se relajan y la falta de tono muscular puede producir la obstrucción de nuestras vías respiratorias.

La solución: recuperar el tono muscular. ¿Algún camino más fácil, barato y sencillo que la gimnasia?

Precauciones generales

1ª) La cena ligera y distanciada más de dos horas antes de ir a la cama.

2ª) Gorditos y obesos buscarán su peso ideal.

3ª) Dormir con cabeza y tronco en declive más de 10 centímetros la cabeza sobre la horizontal.

4ª) Hacer algo de gimnasia general cada día.

5ª) Caminar al menos media hora a paso vivo todos los días.

Ejercicio 1º



Poner la lengua como se muestra en el dibujo entre el labio y la encía. (Como cuando nos ayudamos con la lengua para quitar algún resto de comida de los dientes).

Los movimientos deben hacerse con los labios cerrados y con movimientos máximos.

Deslizar la lengua sobre los dientes hacia la izquierda girando el cuello también hacia la izquierda. Cuando no podamos girar más la cabeza, tenemos que esforzarnos en que la lengua llegue lo más lejos posible, estirándola al máximo. Repetir hacia el lado derecho.
Secuencia orientativa: de 6 a 8 veces el movimiento completo (girar hacia la izquierda y después a la derecha)


Ejercicio 2º



Igual que el anterior pero con los dientes inferiores.

Poner la lengua como se muestra en el dibujo entre el labio y la encía inferior y repetir la secuencia explicada en el ejercicio 1.

Secuencia orientativa: de 6 a 8 veces el movimiento completo (girar hacia la izquierda y después a la derecha)

Ejercicio 3º

Estirar la lengua hacia fuera como si nos fuéramos a tocar la barbilla con la punta de la lengua, bajando la cabeza.


Retraer y doblar la lengua hacia la garganta como si nos fuéramos a tocar la “campanilla”, cerrar la boca y estirar el cuello como una tortuga.

Secuencia orientativa: de 6 a 8 veces el movimiento completo